Grupos de narcotraficantes que operan en la favela de
Jacarezinho, un suburbio en la zona norte de Río de Janeiro, decidieron interrumpir la venta de
paco (crack, en portugués), cansados de los problemas que provocaban los
consumidores de esa droga.
Al parecer, en su afán de conseguir dinero para comprar más
alucinógenos, los dependientes del paco robaban y producían actos de violencia
en distintos puntos de la favela, lo cual generaba el enojo de los vecinos.
Para evitar esos episodios delictivos que, además de la indignación
de los pobladores, terminaban llamando la atención de la policía, los jefes narcos ordenaron colocar carteles cerca de los lugares de venta para anoticiar
a consumidores y habitantes que el paco ya no se comercializaría en la favela.
A partir de ahora, responsabilidad empresarial de por medio,
los traficantes enfocarán sus ventas sólo a la marihuana y cocaína. Es más, para
atemperar posibles incursiones policiales, ya mandaron a armar nuevos carteles
que dirán: “Narcos sí, pero con conciencia social”.
0 comentarios:
Publicar un comentario