A esta altura usted se preguntará ¿qué tiene que ver esta perorata con los burdeles de Berlín? Bueno, todo. Como cualquier otra actividad, la prostitución alemana perdió clientes “a lo bicho” y hubo necesidad de apelar a la creatividad.
Así fue como varios prostíbulos berlineses aplicaron en las últimas semanas la tarifa plana, que permite pagar 70 euros y disponer, a lo largo de toda la noche, de una canilla libre de bebidas… y sexo. ¡Sí, señor! ¡Sí, señora! Los interesados pueden arrimarse a la zona roja de Berlín y, una vez pagado el servicio, disponer hasta que salga el sol de todas las mujeres que quieran (siempre y cuando les dé el cuero para más de una).
Las iniciativas berlinesas no se agotan ahí, otra de las novedades es un prostíbulo que ofrece descuentos a los clientes que lleguen en bicicleta, puesto que se considera que es una actitud ambiental que debe ser reconocida y recompensada con una bonificación en el precio (se asume que los ciclistas, al concurrir al burdel, no sólo combaten su propia calentura, sino que hacen su aporte también contra el calentamiento global). Siguiendo la cadena de promociones, otro local, llamado Maison d'Envie, ofrece fuertes rebajas a quienes arriben en transporte público, ya que de esa manera ayudan a evitar los habituales amontonamientos que se generan en el estacionamiento del prostíbulo.
Ahora bien, ninguna de estas propuestas supera a la del Pussy Club, un famoso centro nocturno de Berlín que ofrece sexo. El club brinda descuentos a los varones solteros pero, además, a cada hombre casado que visita el lugar, lo premian con una entrada gratis para la esposa. Porque, al fin de cuentas, ¡lo importante es la familia!
4 comentarios:
Ja, desopilante por completo!!!! Por qué no se les ocurre semejantes ideas a los argentinos o a aquellos dueños de este tipo de acalorados ambientes destinados a combatir la urgencia de placer? La bici ya la tengo, sólo faltaría que me hicieran el descuento. A esta altura, con el tiempo que hace que ando en bici para todos lados, colaborando contra el calentamiento global, ya debería tener saldo a favor en una cuenta especial para estos lugares!!
¿Y quién le dice, estimado Turco? En una de ésas usted ya se hizo acreedor a un premio pero todavía nadie le avisó nada. Yo le diría que agarre la bici y encare para el lado de la terminal de ómnibus o la estación de trenes. Cada vez que encuentre una casa de escasa iluminación, decorada con una lamparita roja, pare... Golpee y pregunte por su premio. Eso sí, en caso de que lo atienda alguien de piernas robustas, altura desmedida y voz grave... dude. No sea cosa que, enceguecido por lograr un reconocimiento, termine con las manos en el trofeo equivocado.
En fin, un abrazo, gracias por estar... y cariños a su primo, el siempre vigente Bazán Vera.
Bueno, sobre el final de la nota se reivindicaron porq ya estaba por protestar respecto a la tendencia machista de la misma, pero...si invitan a las esposas...digo habrá descuento para los servicios de los gigoló?
Eso sí me va a salir caro el pasaje a Alemania, porque en bici no puedo ir! saludos
Estimada anónima: gracias por la visita. Como usted bien menciona, los burdeles de Berlín son de criterio amplio. Hoy un hombre, mañana una mujer... pasado quién sabe.
No sé si a usted le tocará un chico o una chica, supongo que eso dependerá de su elección. Pero eso sí, si alguien le sugiere que viaje tranquila, que le pagan el pasaje Buenos Aires-Berlín, sírvase desconfiar: no sea cosa que, en vez de llevarla de clienta, estos alemanes turros estén pensando en hacerla trabajar. Los libros de historia afirman que las meretrices siempre fueron buenas psicólogas.
Un abrazo grande (¡¡y no se olvide: el pasaje páguelo usted!!)
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