Un hombre de 50 años, que era buscado por la justicia de la ciudad de La Plata en una causa por drogas, fue detenido luego de permanecer prófugo durante un largo tiempo. Al parecer, el sujeto, que estaba escondido en la localidad de Berisso, necesitaba hacerse de un poco de dinero y con ese objetivo decidió vender un viejo automóvil que estaba a su nombre.
Sin dudarlo un segundo, el fulano colocó un aviso en el diario dando dirección y teléfono para que los posibles compradores se contactasen con él. Por esas cosas de la vida, un policía que andaba en busca de un vehículo usado vio el clasificado, llamó al número en cuestión y fue hasta la casa del prófugo para ver en qué condiciones estaba el rodado. En esas circunstancias, el agente reconoció al sujeto... primero se hizo el sota, pero horas después volvió con el uniforme puesto, varios refuerzos y unos cuantos patrulleros que terminaron con la libertad del frustrado vendedor.
En los diarios de La Plata ya no sale el clasificado del fitito. Pero el auto, al igual que el pescado, sigue sin vender.
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