A un costo de 50 mil dólares, y bajo el argumento que según Nostradamus y el Calendario Maya el mundo se termina en diciembre de 2012, una empresa norteamericana vende vacantes en refugios antiatómicos y garantiza a los compradores que el lugar les permitirá sobrevivir a lo que venga.
Los responsables del grupo Vivos (Red de refugios de supervivencia subterránea) aseguran que “no podemos predecir el futuro, pero podemos prepararnos para él. Un día cualquiera, algo nos empujará a querer ir a un búnker”. En base a esa premisa pusieron en venta cuatro mil vacantes en una veintena de refugios, supuestamente resistentes a las explosiones nucleares, que se encuentran repartidos por todo el territorio estadounidense.
Los empresarios de Vivos, que bien puesto tienen el nombre, proyectan recaudar unos 200 millones de dólares a través de la iniciativa. Como gancho para padres ricos y paranoicos, ofrecen un descuento del 50% por cada hijo que suscriban, y un lugar gratuito para los animales domésticos que tenga la familia.
Cuando se los consulta sobre qué pasará si en 2012 no se produce un cataclismo que acabe con el mundo, los vendedores levantan los hombros y afirman que, aún en ese caso, todavía persistirán múltiples temores que justifiquen la existencia de los búnkeres: “el terrorismo nuclear, gigantescas erupciones volcánicas, tormentas solares, cometas mortales o ataques químicos y bacteriológicos”; dicen sin ponerse colorados.
Los refugios son los mismos que se levantaron en la época de la Guerra Fría, sólo que ahora les están haciendo una pequeña renovación. Aparentemente, son capaces de resistir el embate del agua, temperaturas asfixiantes, vientos extremos y temblores de tierra. En el desierto de California se emplaza el primero de los búnkeres del grupo, que se encontrará en condiciones de ser habitado en septiembre de este año.
Según los empresarios, el negocio va viento en popa y ya reciben más de cien consultas por día: un tercio de los interesados proviene del ejército, la policía o empresas de seguridad privada norteamericanas. Al parecer, la paranoia se lleva bien con el uso de armas.
4 comentarios:
No es por ser tan pesimista como ellos pero...y si hay un terremoto? aguanta el bunker?
El búnker se aguanta todas las calamidades, pero no se banca la paranoia. ¡Estamos fritos!
Hasta qué punto hemos llegado, no? Inreíble!!!
Ojalá que el refugio sea bien grande asi entran todos los yankis y después perdemos la llave OBVIO MICROBIO!!!!!!!!!!!!!
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