EL JUICIO QUE DEJÓ PASMADOS A LOS RIOJANOS

31/3/10

Los jueces, abogados, guardias y el resto de quienes participaban de un juicio oral en la ciudad de Chepes, La Rioja, quedaron pasmados cuando, en medio de una audiencia, un preso que era juzgado por hurto y abuso sexual sacó un porro del bolsillo y se lo llevó a la boca mientras realizaba su declaración.

Muy suelto de cuerpo, y dispuesto a relajarse para poder probar su inocencia, el imputado buscó encender el cigarro de marihuana pero los guardias se lo impidieron y, acto seguido, el Juzgado le solicitó a un psiquiatra que determine si el acusado estaba en condiciones psicofísicas para afrontar la audiencia. Además, los jueces convocaron al jefe de la policía local para que explique cómo el detenido pudo conseguir un porro dentro de la comisaría, que era su lugar de encierro.

Los riojanos pudieron confirmar que el juicio era un gran enredo cuando trascendió, a través de la prensa, que el imputado se llamaba Marcelo y tenía dos apellidos: Paiva y Bolado. Así fue, Marcelo Paiva Bolado quiso evadirse en una nube de humo, pero lo dejaron sin fuego.

Increíble, pero pura verdad.

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