
La aventura tuvo lugar en Chipre y, de ahora en más, quedará registrada en el Libro de los Récords. La abuela, rebosante de audacia y optimismo, celebró la ocurrencia tomándose una botella de champán al pie de la montaña junto con su nieta, y anunció que cuando cumpla 105 años volverá a repetir el vuelo.
Habrá que creerle, ya que si uno repara en su historia, se encuentra con que esta jubilada (contadora de profesión) había festejado sus 70 años arrojándose al vacío, sostenida por una cuerda elástica atada al tobillo.
0 comentarios:
Publicar un comentario