
El episodio sucedió en la noche del 22 de octubre, durante un vuelo que cubría el trayecto entre San Diego y Mineápolis, y dejó al borde de un ataque de nervios a las autoridades aéreas norteamericanas. Sucede que durante dos horas los pilotos no respondieron ninguno de los llamados que les efectuaron los controladores de vuelo, ni tampoco los pedidos de respuesta que provenían de la aerolínea. Al ver que el avión no se había accidentado, ya que los radares registraban su movimiento, la conclusión de las autoridades de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. fue que la nave había sido secuestrada.

Las versiones sobre el porqué del aletargamiento de los pilotos son tres: que estaban profundamente dormidos, que tuvieron una larga y encendida discusión, o que se encontraban distraídos revisando un programa en sus respectivas notebooks. Hay una cuarta versión, que encuentra amparo en el nuevo diccionario de la Real Academia Española: los muchachos estaban pelotudeando (o “pilotudeando”, como gustan decir en su jerga los navegadores aéreos).
2 comentarios:
Dios mío, dígame que no eran brasileños los pilotos!!!
me está agarrando el panic attack!!!
No eran brasileños, Triple R, ¡¡quédese tranquila!! Eran norteamericanos, porque como dice Toni Delmar, esas cosas sólo suceden en Essshhtados Uniiiidooos
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