Y un día se encontraron el hambre y las ganas de comer... Sucedió en Inglaterra cuando un taxista jubilado recibió de su médico una noticia inesperada: le quedaban pocos meses de vida. Ahí nomás, el tipo recordó que semanas antes había visto un aviso en un diario británico donde, un grupo de científicos del instituto de Sheffield, solicitaban un interesado que aceptase participar de un procedimiento de momificación que, obviamente, se realizaría después de muerto.
El otrora tachero no dudó, consultó a su familia y, al escuchar de sus nietos que sería un orgullo tener un abuelo que pareciera un faraón, firmó sin chistar los papeles que certificaban que, una vez fallecido, se entregaría al experimento que tanto ansiaba la ciencia.
Los especialistas buscaban recrear los mecanismos de embalsamamiento que utilizaban los antiguos egipcios y nunca se imaginaron que iban a encontrar un voluntario tan pronto. Al cabo de un tiempo, se produjo el deceso y los distintos pasos del proceso de momificación se fueron sucediendo con éxito. En estos días, tanto la familia como los expertos se muestran sonrientes porque disfrutan de la primera momia británica de la historia.
2 comentarios:
Que buena noticia, me parece que en argentina hay varios que necesitan pasar a la historia, esta es una gran idea que le puede ser muy util a lilita o duhalde por ejemplo.
Si bien algunos todavía no son momias, tranquilamente podrían estar viviendo en un sarcófago.
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