En tren de poder confirmar, de una vez por todas, que la mentira tiene patas cortas, especialistas de Inglaterra acaban de crear un detector que, según afirman, tiene la capacidad de descifrar si una persona dice o no la verdad.
El sistema, que consta de una cámara de video, sensores térmicos y un software especial, puede desentrañar el significado de las expresiones que exhiben los rostros, incluyendo las modificaciones en el flujo sanguíneo y otros detalles que suelen ser indicios de una mentira.
Según los expertos británicos, el nivel de detalle de la imagen y la capacidad de análisis del programa que inventaron permitirá comprobar si las pupilas dilatadas del supuesto mentiroso, el movimiento apenas perceptible de sus ojos, las mordidas de labios, la respiración agitada y el leve rascado de nariz conllevan o no una vil mentira.
Los técnicos de la Universidad de Bradford sostienen que nunca se puede llegar a un 100% de acierto con un detector de mentiras, pero aseguran que su método es capaz de percibir falsedades en un 90% de los casos. Por lo pronto, ya se muestran excitados porque comenzarán a probarlo en aeropuertos ingleses, donde tratarán de desenmascarar a inmigrantes ilegales. En fin.
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