UN CAJERO AUTOMÁTICO QUE NO PRECISA DE TARJETA

16/7/11

La ciudad de Rosario, en la República Argentina, es un lugar lleno de ilustres personajes y gratas sorpresas. Sin ir más lejos, para resaltar esas características algunas publicidades que la promocionan turísticamente la describen como "ciudad de la gente" o "cuna de grandes", y es habitual que se recuerde a roqueros, escritores y humoristas rosarinos que llevaron su enorme talento por todo el país. Sin embargo, la propaganda para atraer el turismo nada dice, al menos todavía, de otros eximios personajes de la ciudad: los empleados bancarios que reponen el dinero de los cajeros automáticos.

¿Dónde está lo especial de quienes trabajan en ese rubro? Bueno, la faceta excéntrica de los muchachos que llenan las máquinas comenzó a verse esta semana en un banco del centro de Rosario cuando, luego de meterle plata hasta el tope, dos empleados se olvidaron de cerrar la puertita que permite cargarle billetes al cajero automático, dejándolo a merced de quien quisiera meter la mano para sacar efectivo.

Pese al regalito de los empleados, ni lugareños ni turistas pudieron aprovecharse de la situación porque, ni bien se fueron los recargadores, se activó un dispositivo de seguridad interno que alertó a la policía e impidió que quien llegase en busca de dinero pudiera agarrar un puñado de billetes sin necesidad de ingresar su tarjeta. Rosario es así... roqueros, humoristas, escritores y repositores de cajeros. Personajes, todos... ¡siempre!

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