Un documento del Tribunal de Cuentas del Estado brasileño de Piauí informó que, en el año 2009, un diputado de esa región usó alrededor de 6 mil dólares del presupuesto de la Legislatura local para pagar los implantes de siliconas que se realizó su mujer.
El procedimiento mamario se efectuó en un conocido hospital de la ciudad de São Paulo y, según el propio informe que el Tribunal dio a conocer esta semana, cuando el diputado se vio descubierto y fue intimado por la irregularidad no dudó en devolver el dinero al erario público.
El accionar del legislador, y su rápida respuesta a la hora de restituir los fondos, trajo a la memoria de sus asesores un viejo proverbio argentino que, haciendo hincapié en lo abrumador que suele ser encontrarse solo y rodeado de problemas, reza: ¡Estoy hasta las tetas!
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