LA PIEDRA PÓMEZ Y SU EFECTO FANTASMA

13/6/11

Un grupo de jóvenes de la localidad de Zelaya, en el noroeste del conurbano bonaerense, terminó la noche en una comisaría de la zona después de protagonizar un episodio digno de una película de cine Z.

Los especialistas todavía no se explican si las acciones fueron motivadas por la nube de piedra pómez molida que aportó la erupción del volcán Puyehue, o si fue simplemente un juvenil brote de aburrimiento. Lo cierto es que los muchachos agarraron unas sábanas viejas, les hicieron un par de agujeros y, acto seguido, manotearon un hacha de doble filo que era propiedad del padre de uno de ellos.

Con todos los elementos a mano se organizaron, buscaron una esquina apropiada de la ciudad y, detrás de una garita que funciona como refugio para quienes esperan el colectivo, armaron su puesta en escena.
En medio de la noche, y mientras los automovilistas se detenían en el semáforo que está frente a la parada de ómnibus, uno de los jóvenes blandía el hacha, disfrazado de fantasma, y les pegaba un buen susto a quienes esperaban la luz verde.

Ayudados por la oscuridad de la esquina en cuestión, los chicos se divirtieron espantando vecinos hasta que una pareja que viajaba en moto, después de una veloz huida, decidió arrimarse a la comisaría de Zelaya para denunciar que un ser fantasmagórico quiso asesinarlos con un hacha.

Diez minutos después, los policías se arrimaron a la parada en cuestión en un patrullero, pero tuvieron la precaución de no prender las sirenas. Cuando les faltaba poco para llegar al semáforo, vieron que uno de los “fantasmas” saltaba hacia el medio de la calle y, en tren de amenaza, comenzaba a afilar el hacha sobre el asfalto. Ahí nomás, los agentes hicieron sonar la sirena y se bajaron con las armas en la mano. El joven corrió trastabillando, envuelto en la sábana, y apenas escuchó los tiros al aire de la policía (sí, uno de los uniformados disparó hacia la nube de cenizas) decidió rendirse gritando: -¡¡No tiren, soy humano!!

Finalmente, los cinco fantasmas de entre 15 y 20 años fueron detenidos y, ya en la comisaría, se comprobó que todos eran miembros de conocidas familias de la ciudad. Y sí, el polvo de piedra pómez pega mal.

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