El aviso apareció publicado en el diario El Sol de Quilmes y sirvió para llenar de certezas el evento más oscuro de la vida: la muerte.
Al parecer, llegada la última hora, sólo es cuestión de juntar una luca, o sea mil pesitos -el IVA está incluido-, y contratar a esta casa de sepelios del conurbano bonaerense (tachamos el nombre para evitar malentendidos legales).
Después, basta con relajarse, invitar a los amigos, buscar el avión que pilotea San Pedro y partir camino al cielo... Dónde terminará el vuelo no se sabe, pero el café, y sobre todo la azafata, prometen justificar el precio.
Al parecer, llegada la última hora, sólo es cuestión de juntar una luca, o sea mil pesitos -el IVA está incluido-, y contratar a esta casa de sepelios del conurbano bonaerense (tachamos el nombre para evitar malentendidos legales).
Después, basta con relajarse, invitar a los amigos, buscar el avión que pilotea San Pedro y partir camino al cielo... Dónde terminará el vuelo no se sabe, pero el café, y sobre todo la azafata, prometen justificar el precio.
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