No sin asombro, primero los habitantes de Río de Janeiro y luego los de São Paulo se toparon en estos días con manifestaciones bien posmodernas, que fueron encabezadas por el movimiento de los “sem namorado” (algo así como los “sin pareja”).
En Río la concurrencia fue sólo femenina. Las “sin
novio” recorrieron las avenidas del centro carioca para manifestar su cansancio por la falta de hombres. Al grito de “ado, ado, ado, eu quero namorado”, algo más de doscientas jóvenes (entre las que se colaba alguna que otra veterana) exhibieron carteles, cantaron, cortaron calles y se mostraron deseosas de encontrar un pronto amor.
novio” recorrieron las avenidas del centro carioca para manifestar su cansancio por la falta de hombres. Al grito de “ado, ado, ado, eu quero namorado”, algo más de doscientas jóvenes (entre las que se colaba alguna que otra veterana) exhibieron carteles, cantaron, cortaron calles y se mostraron deseosas de encontrar un pronto amor.
Unos días después, en São Paulo, el piquete se replicó con un éxito increíble: se reunieron tres mil personas. En este caso no sólo hubo mujeres, sino que se sumaron muchos hombres con idénticas apetencias románticas. La combinación rindió sus frutos ya que, al llegar a una de las plazas del centro, unas cuantas parejas dejaron los carteles tirados y, abrazo de por medio, dieron rienda suelta a las mieles del encuentro.
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