Científicos de China y Japón se propusieron hace mucho tiempo un objetivo idéntico: obtener sandías de estructura cuadrangular que reemplacen a los tradicionales frutos cilíndricos que supimos conocer (y degustar). A juzgar por las fotos que han difundido en los últimos meses diversas agencias de noticias internacionales, lo lograron... y el invento se popularizó.Los miembros del instituto de biotecnología de Wuhan, China, que consiguieron la “sandía cúbica”, aseguraron a la agencia Xinhua que este fruto es más nutritivo que su esférico antecesor, y sugirieron su consumo porque además "es más cómodo de manipular y guardar".
Según explicaron los científicos, se utilizaron procedimientos de biotecnología avanzada, que fueron complementados con el uso de simples moldes en forma de cubo. Por si fuera poco, a la hora de la estética estas sandías cuadriformes tampoco se quedaron atrás, ya que en sus diferentes caras, lucen sobre la cáscara llamativos símbolos y caracteres chinos, que fueron labrados por el Instituto de Ciencias Agrícolas de la ciudad de Wuhan.
En Japón, como contrapartida, hace tiempo que ya pueden comprarse en los supermercados las famosas sandías cúbicas (también existen algunas piramidales), obtenidas a partir de técnicas similares a las del bonsái. Según revelaron los expertos nipones, se buscaba que el fruto tuviese un tamaño determinado, de forma tal que ahorrase espacio y no incomodase en las heladeras japonesas.
¡Qué mundito lindo y extravagante, eh?
Ya hace algunos años, el benemérito
Eduardo Galeano había citado en “Paradojas” (un texto que fue publicado originalmente por el diario “La Jornada” de México, en 2002): 
“La tecnología produce sandías cuadradas, pollos sin plumas y mano de obra sin carne ni hueso. En unos cuantos hospitales de Estados Unidos los robots cumplen tareas de enfermería. Según el diario The Washington Post, los robots trabajan 24 horas por día, pero no pueden tomar decisiones, porque carecen de sentido común: un involuntario retrato del obrero ejemplar en el mundo que viene”.
¡Qué lindo es dar buenas noticias!
“La tecnología produce sandías cuadradas, pollos sin plumas y mano de obra sin carne ni hueso. En unos cuantos hospitales de Estados Unidos los robots cumplen tareas de enfermería. Según el diario The Washington Post, los robots trabajan 24 horas por día, pero no pueden tomar decisiones, porque carecen de sentido común: un involuntario retrato del obrero ejemplar en el mundo que viene”.¡Qué lindo es dar buenas noticias!
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