
Una vez que estuvieron a salvo, los hombres realizaron la denuncia policial, y los efectivos partieron en busca del burro. Lo atraparon en un par de horas y, posteriormente, lo ¡¡encarcelaron!! en una celda para delincuentes comunes.
Ante la atónita requisitoria de los medios, un policía local llamado Sinar Gómez, justificó la medida al aclarar que “el animal permanecerá encerrado hasta que su propietario pague los gastos médicos de los dos afectados. Aquí si alguien comete un delito se queda en la cárcel, no nos importa quién sea”, razonó.
El policía no mentía en lo más mínimo, ya que este es el tercer animal que es detenido en la prisión de Tuxtla Gutiérrez. En abril de este año, un toro estuvo preso por destruir dos puestos de madera y comer maíz de un sembradío vecino.

0 comentarios:
Publicar un comentario