¡Y sí, paisano. No le han mentido! Si el ricachón del pueblo, con el pecho inflado y la nariz roja, le cuenta que se tomó una botella de whisky de $1.500, créale. Parece que a pesar de la inflación, las medidas de fuerza de los productores del campo y la deuda con el Club de París, una parte –modesta en número, pero no en billetes- de la población de nuestro país no sólo ha regresado a los frecuentes viajes a Miami, sino que también se da el lujo de consumir botellas de “scotch” de “luca y media”.
Eso sí, van a tener que apurarse, porque del “Chivas Regal Ultra” con 25 años de añejamiento sólo llegaron a Argentina 30 botellas de una serie limitada. A manotear la tarjeta “GOLD” y correr a la whiskería, que mañana es tarde. Tú perteneces, él pertenece, nosotros...no existimos.
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