
Los elefantes bebieron grandes cantidades de esa bebida y, ebrios, salieron en estampida por los arrozales. Al llegar a las cercanías de una zona urbana, un macho adulto comenzó a refregarse sobre un poste de luz. El destino, la mala suerte, o más bien una simple cuestión de peso, hicieron que el poste no resistiera y cayese junto con el cableado eléctrico sobre el lomo del animal.
La descarga mató a ese elefante y a otros cinco, que fueron acercándose con posterioridad. Los pobladores consiguieron espantar al resto de la manada y de esa forma impidieron que la masacre fuese aún mayor. El avance de la urbanidad y la obligatoria convivencia de los elefantes con los hombres (debido a la desaparición de su ambiente natural) hace que este tipo de accidentes sea cada vez más común en la India. Los lugareños aseguran que en los últimos meses las regiones de Meghalaya y Assam registraron varios incidentes con elefantes, sobre todo en zonas donde se produce cerveza de arroz.

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