Años y años de asambleas, piquetes, deliberaciones varias y jornadas de concientización; cientos de miles de libros con teorías sobre cómo organizar al pueblo detrás de las banderas de la fraternidad y el compromiso social para que, como quien no quiere la cosa, aparezca una investigación científica que rompe con todos los argumentos al demostrar que el germen de la solidaridad anida en una tableta de chocolate.
El estudio fue publicado en la revista de divulgación científica Journal of Personality and Social Psychology y conmocionó a los militantes del vanguardismo iluminado, ya que reveló que los seres humanos que comen mucho chocolate son solidarios y poseen mayor tendencia a brindar ayuda y cooperación, además de contar con un carácter afable que no sabe de neurosis ni egoísmos.
Por las dudas, los científicos de la Universidad de Gettysburg que investigaron el tema indicaron que el estudio fue realizado en Estados Unidos y plantearon la necesidad de encarar trabajos similares en el resto del mundo porque se trata de comportamientos que pueden variar en cada cultura. En síntesis, abrieron el paraguas y se garantizaron tres añitos más de investigaciones sobre las propiedades del chocolate en la psiquis humana. Resta ver si, con las pruebas a la vista, los teóricos del socialismo científico comienzan a reescribir los clásicos de la literatura marxista, incorporando la variante del chocolate como pieza fundamental para combatir la falsa conciencia y profundizar la movilización de las masas.
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