Dinamarca es un país de vanguardia, ¿quién lo duda? En este caso, los innovadores daneses sorprendieron al mundo al anunciar el último grito de la moda: ¡la muerte verde! Para llevar adelante tan edificante iniciativa, los ingenieros diseñaron unos simpáticos ataúdes de papel que, aprovechando el furor de la industria de la pasta celulosa, permitirán lograr en poco tiempo una muerte 100% biodegradable.
Los cajones fúnebres pesarán cerca de 6 kilos y serán fabricados con pasta de papel reciclado que, debidamente endurecida, permitirá soportar el peso de los cadáveres sin riesgo de roturas ni fisuras. Una vez que entren al mercado la ventaja será que, al no usar cierres metálicos ni ningún otro tipo de material agresivo para la naturaleza, los ataúdes -y su contenido- se desintegrarán en un abrir y cerrar de ojos sin dañar a la madre tierra.
Los miembros de Greenpeace ya piensan en organizar un festejo mientras que, en Finlandia, los directivos de la ex Botnia comenzaron una ronda de consultas para indagar si la planta estará o no incluida en el proyecto.
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