El Hertha Berlín se enfrentaba al Alemannia Aachen por la liga B del campeonato germano de fútbol y, para alegría de los jugadores, la réferi del partido, Bibiana Steinhaus, parecía salida de un libro de cuentos.
Al mediocampista Peter Niemeyer le ardían los ojos de tanto mirarla y, jugado al todo por el todo, un rato antes de terminar el encuentro decidió establecer contacto: puso la vista hacia el frente y, como quien no quiere la cosa, desplazó su brazo hacia Bibiana con la intención de rozarle el hombro… pifió, y su mano se encontró con los altivos 90 de busto que ostentaba la jueza.
2 comentarios:
pobre...no lo entienden, estaba jugando al teto! jaja qué antiguedad!! va con dieresis pero este sistema no me lo permite, disculpen.
Está disculpada, estimada Triple R. No sabemos si Niemeyer escuchó o no hablar del "teto", pero lo que es seguro es que con esa costumbre de intercambiar cariños con las juezas, debe ser un futbolista mucho más feliz que Riquelme.
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