SAUDADES DE VINICIUS

9/7/10

El 9 de julio de 1980, justo cuando en la República Argentina se cumplían 164 años desde la declaración de la independencia, moría en Río de Janeiro Vinicius de Moraes, uno de esos tipos que no pasó de largo por la vida. Vinicius fue 100% tunelístico: quién podría imaginarse que un diplomático brasileño, lejos del aire solemne que aparejaba esa función, se transformaría con el tiempo en un periodista, dramaturgo, poeta y letrista de canciones que regó de palabras y momentos inolvidables cada uno de sus pasos.

Vinicius dejó una obra que emociona a todo aquel que tenga curiosidad y voluntad de sumergirse en ella. Una obra que perdura 30 años después de su partida, y sin duda alguna vivirá hasta el día en que el planeta diga adiós. Vinicius era un tipo de la bohemia, y como tal adoraba la bebida y las mujeres. Se casó 9 veces y se enamoró quién sabe cuántas y, de postre, explicó que “É melhor ser alegre que ser triste / Alegria é a melhor coisa que existe / É assim como a luz no coração / Mas pra fazer um samba com beleza / É preciso um bocado de tristeza / Senão, não se faz um samba não / Senão é como amar uma mulher só linda / E daí? Uma mulher tem que ter qualquer coisa além de beleza / Qualquer coisa de triste / Qualquer coisa que chora / Qualquer coisa que sente saudade / Um molejo de amor machucado / Uma beleza que vem da tristeza”.

Vinicius, el tipo que habló del color de la música y sostuvo que “Porque o samba nasceu lá na Bahia/ E se hoje ele é branco na poesia / Ele é negro demais no coração / Eu, por exemplo, o capitão do mato Vinicius de Moraes, poeta e diplomata / O branco mais preto do Brasil”.

Saravá, Vinicius.

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