EL DIFÍCIL OFICIO DE SER ÁRBOL

20/10/09

No es fácil ser árbol en estos días. Siempre hay que estar lidiando con algún perro jodido que orina sin preguntar, un vecino que poda a destiempo o un aburrido que pasa y arranca las hojas, de puro dañino nomás.

Ahora bien, no hay nada más difícil que ser árbol en la costa del Río Uruguay. Ahí sí que hay que resistir. Porque aún zafando del perro meador, del vecino podador o del aburrido arranca hojas, siempre queda margen para que se rebele el río. Y cuando eso pasa: ¡guay!

Las imágenes están tomadas en la costa de la ciudad entrerriana de Concordia y como se ve, a pesar de algunos agoreros, el arbolito todavía aguanta. Solito, es cierto, pero aguanta. Sabe, como todos, que así como sube, algún día el agua baja.

2 comentarios:

Triple R dijo...

Qué buena foto!!
y qué alegoría sobre la resistencia! en fin...

Resistiré, erguido frente a todo,
me volveré de hierro para endurecer la piel,
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,
soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie...

(Letra de La Calva, Toro y el árbol de la foto)